Conozco una persona que cuando se queda sin argumentos para debatir algún tema, simplemente contesta: Tu cola!.
Ejemplo:
Yo: Leí un artículo que explica las razones físicas por las que Dios no puede existir…
Ella: Tu cola no existe!
Yo: No me gusta la artista fulana, parece que grita cuando canta…
Ella: Tu cola desentonada!
Yo defino esa expresión como: “Algo que se dice cuando no tienes los argumentos lógicos ni razonables para debatir un punto de vista contrario pero te mantienes en desacuerdo.”
Hace unos días, tuve la oportunidad de participar en el “demo day” de una pequeña aceleradora local, llamó mi atención el pitch de una empresa de nanotecnología de 2 jóvenes emprendedores con grandes ambiciones pero con nula experiencia empresarial. Presentaron el proyecto como si fuera una tarea escolar y su habilidad en la oratoria dejaba mucho que desear, su conocimiento en temas financieros, administrativos y de negocio eran muy pobres, pero compensaban con su conocimiento y pasión sobre los temas científicos y técnicos de su emprendimiento.
Al evaluar la empresa entre 8 posibles inversionistas presentes, uno de ellos puntualizó todas las fallas y carencias organizacionales del proyecto, argumentando qué aunque la premisa e intención científica era buena, el emprendimiento en general no servía.. Yo, en automático y sin pensarlo, (les juro que me salió del alma):
Tu cola no sirve! 😳
Obvio la cara de mi contraparte fue de “WHAT??”, y yo no encontré las palabras en ese momento para expresar mi desacuerdo con su evaluación, sin embargo, por eso escribo este blog, para razonar, compartir y desahogar mis frustraciones y vergüenzas públicas contigo querido lector.
Hay un beneficio que 20 años de emprendimiento y experiencia te brindan: Desarrollas la intuición.
Existen emprendedores con características que la razón y la lógica no entienden, personas con amplias carencias en habilidades sociales o administrativas pero inmensas capacidades operativas, gente con certeza absoluta sobre el valor que proporciona su producto o servicio, individuos que resuelven.
Ellos actúan, aprenden, corrigen y nunca paran, la determinación los domina pero su desinterés en temas ajenos a la creación y desarrollo de su producto o servicio los ciega y los pone en franca desventaja.
Pero para mí, esa es la parte fácil de corregir en cualquier proyecto, ¿No sabes hacer un balance general? contrata un contador, ¿No sabes hablar en público? haz un video, ¿No sabes administrar tu inventario? contrata un software.
Realmente recae en las manos del inversionista el proporcionar no solo dinero al emprendimiento sino recursos y herramientas administrativas que le ayuden a cuidar su inversión y permitan al emprendedor enfocarse en desarrollar el mejor producto o servicio para el mercado, de hecho, esa es la definición de Smart Money: “Invertir dinero, experiencia y relaciones para que el emprendimiento crezca y pague grandes retornos en el tiempo.”
Hay veces que la corazonada va en contra de la razón y hay algo inexplicable en la identificación de un alma emprendedora, es una vibra, algo que emociona, algo que contagia… algo que…
Tu cola no entiende!, pero yo me entiendo solo.
Hasta la próxima.